Saltar al contenido

La felicidad en el trabajo

  • ¿Qué es para Ud. la Felicidad?

Lo primero que se me ocurre, con solo mirar hacia el mundo, es que debe ser algo muy valioso… porque hay 6.000 Milllones de personas buscándola!

¿Dónde está? ¿Cómo es? ¿Qué cosas la constituyen? Si buscamos en Google ¿qué es la Felicidad? obtendremos 20.4 millones de respuestas en apenas 0.14 segundos… cientos de miles de definiciones y de frases dichas por todo tipo de personas, de diferentes disciplinas y condiciones sociales, explicando lo que es la felicidad… y es fascinante ver la diversidad de respuestas y de enfoques sobre esta simple pregunta!

Como todo en la vida, cuando empezamos a hacer foco en un tema y vamos profundizando, podemos ser más específicos en los conceptos que lo definen y logramos mayor claridad en la forma de expresarlos. Después de leer a algunos autores especializados en el estudio de la Felicidad – Martin Seligman, Tal Ben-Shahar, Daniel Nettle,  Eduardo Punset, Jonathan Haidt, entre otros –  he podido ponerle palabras más precisas a mi idea intuitiva de la felicidad, que era antes de esto una mezcla de sensaciones difícil de expresar.

Si tengo que definir qué es la Felicidad, para mí es estar en un estado emocional positivo que me genera una profunda sensación de bienestar, y que surge como producto de una actividad que tiene un propósito o sentido para mi vida. Si lo llevo al ámbito laboral, es trabajar en lo que me gusta, en lo que amo hacer, y así “dejar de trabajar” para pasar a vivir el disfrute de eso que estoy haciendo. Como decía Abraham Maslow, “El mejor destino, la mejor suerte que puede tener un ser humano, es que le paguen por lo que le gusta hacer“.

 

  •  Según su visión, ¿cómo se logra la Felicidad en el Trabajo?

De la misma forma que se logra en cualquier otro aspecto de la vida: aplicando en el trabajo los valores y las prácticas que nos hacen felices en el resto de las áreas de nuestra vida.  Resulta obvio y es fácil decirlo, pero… ¿cómo hacerlo?

Veamos, desde el punto de vista científico, que factores contribuyen a lograr la felicidad de forma tal que sepamos sobre cuales podemos influir. Según la Dra. Sonja Lyubomirsky (profesora de psicología e investigadora por la Universidad de Harvard, autora del libro La Ciencia de la Felicidad) el nivel de Felicidad que una persona puede lograr está en función de tres factores:

Rango fijo heredado: investigaciones llevadas a cabo sobre gemelos univitelinos (o idénticos) y bivitelinos (o fraternos) demostraron que cada persona nace con un “valor de referencia” para la felicidad predeterminado por nuestros padres, o sea, está en nuestro ADN el potencial de base al cual siempre regresamos, incluso después de grandes contratiempos o triunfos. Este valor representa el 50 % de nuestra capacidad para ser felices. Esto significa que un 50 % de mi nivel de felicidad en el trabajo no depende ni de la empresa, ni de mi jefe, ni de mi tarea… me vino dado por la biología!

Circunstancias externas: muchas comprobaciones científicas llegaron a la conclusión de que solo el 10 % de las discrepancias en los niveles de felicidad de las personas se explican por las diferencias en las circunstancias de la vida, es decir, que sea más o menos agraciado, tenga mucho o poco dinero, esté sano o enfermo. Este quizás sea uno de los descubrimientos más impactantes dada la creencia generalizada de que esos factores externos, muchas veces difíciles de controlar, son los más influyentes a la hora de evaluar cuán feliz soy. Y acá sí importa el tipo de empresa, mi nivel de ingreso, mi relación con mis pares y mis jefes… pero solo me condiciona en un 10 %  mi nivel de felicidad!

Actividad Deliberada: Acá reside el verdadero poder que tenemos a nuestro alcance para ser felices: nuestro comportamiento. El 40 %  de nuestro nivel de felicidad depende de nuestras actividades deliberadas de todos los días, de lo que hacemos en la vida diaria y de nuestra manera de pensar.

Este es un potencial, muchas veces sin desarrollar, que me permite incidir sobre mi nivel de felicidad, y buscar el que deseo. Requiere tomar la decisión de emprender un programa para ser más felices, aprender cuáles son las actividades que producen el mayor impacto positivo sobre las emociones, hacer un esfuerzo diario o semanal para conseguirlo, y comprometernos con el objetivo por un período largo, si es necesario…el resto de nuestra vida!

Para lograr un mayor nivel de felicidad y bienestar en el trabajo, podemos empezar por darle espacio a la reflexión, y hacernos nuevas preguntas tales como…  ¿Cuáles son las actitudes y comportamientos de mis compañeros de trabajo que realmente disfrutan de lo que hacen? ¿Qué valores sostiene y transmite mi jefe que generan bienestar en el equipo? ¿Cuáles son las habilidades que me sería útil desarrollar para mejorar mi ambiente laboral? ¿Qué tareas podría emprender que dieran un mayor sentido de propósito al producto de mi trabajo? ¿Qué cosas podría compartir con mi equipo para aumentar las emociones positivas como la alegría, el orgullo y el sentido de pertenencia? Las semillas del cambio están implícitas en las preguntas que nos hacemos y tienen el poder de crear nuevas realidades.

Una vez que hemos abierto, a través de nuevas preguntas, las puertas a un camino de mayor felicidad, tenemos que aprender la forma – herramientas y procesos – que nos ayude a transitarlo… felizmente!

 “La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.”  Benjamín Franklin (1706-1790)

  • ¿Cuáles son las herramientas y procesos que considera imprescindible aplicar, a nivel individual y de las organizaciones, para que tod@s podamos Ser Humanos Felices?

Creo que una forma de lograr Ser Humanos Felices es generar procesos de transformación personal y organizacional a partir del desarrollo y aplicación de metodologías apreciativas.
La propuesta del paradigma apreciativo es focalizarse en las fortalezas, los recursos, y en aquello que queremos ver crecer más, desarrollándolos y potenciándolos de modo tal que las debilidades e ineficiencias sean irrelevantes, y de esta forma tanto las personas como las empresas logran alcanzar sus objetivos, aumentando al mismo tiempo el bienestar y felicidad de los individuos.

Apreciatividad es la capacidad de ver y rescatar lo valioso y significativo de las personas, los sucesos y las cosas. Ser apreciativos es elegir intencionalmente enfocarse en lo mejor y lo valioso, en los recursos existentes y no en los que faltan. La apreciatividad es “un músculo” que se ejercita: con práctica todos podemos aumentarla y desarrollarla.

El paradigma tradicional de gestión en las empresas está basado en la resolución de problemas, que funciona y es lo que han aplicado hasta ahora, porque no existían opciones que probaran ser más eficientes. Las investigaciones y el desarrollo de nuevas teorías, llevadas a la práctica con éxito, han demostrado que hay otros caminos. Las prácticas apreciativas es uno de ellos. Esta manera de abordar las circunstancias y generar actividades enfocadas en lo mejor y lo valioso de lo que hay, que sumadas impactan en el 50 % del nivel posible de felicidad, aumenta los estados emocionales positivos, la innovación y la motivación de los integrantes de la organización, elevando el nivel de felicidad y bienestar,  y logrando que la organización obtenga resultados en su gestión muy superiores a los que alcanzarían con el paradigma tradicional de resolución de problemas.

Las herramientas que brinda la apreciatividad se nutren de disciplinas como la Psicología Positiva, la Indagación y el Diálogo Apreciativo, el Coaching Ontológico, y la Inteligencia Apreciativa, entre otras. Y si las miramos en detalle, encontraremos prácticas que desarrollan y fortalecen la habilidad de apreciarnos a nosotros mismos, aumentando la autoestima, apreciar a otros, mejorando las relaciones, y apreciar el mundo y sus circunstancias, potenciando la detección de oportunidades. Otras prácticas están enfocadas en descubrir la forma de disfrutar y fluir en las actividades laborales y personales, en la capacidad de indagar y escuchar más apreciativamente,  en incrementar nuestro optimismo frente a la vida, todas con un objetivo común: convertirnos en Seres Humanos Felices!!!

Santiago A. Otero

×