Cuando conectamos con lo que queremos ver crecer en nuestra vida, con aquello que nos da vida y nos inspira, se produce algo mágico en nuestro ser; el cuerpo irradia la emoción sentida, nuestra respiración es profunda, tranquila y placentera, nuestros pensamientos conectan con lo mejor que tenemos y queremos. Iniciar el cambio desde esta mirada positiva, nos posibilita empoderarnos e iniciar el camino con ventaja, con una base segura que conecta con nuestras mejores experiencias y fortalezas, sintiendo nuestras raíces sólidas y firmes. Así iniciamos el cambio, disfrutándolo.
Esto se produce desde el primer momento, en el que tomamos consicencia de la diferencia de comenzar el cambio que anhelamos en nuestras vidas, conectadas con “el problema que tengo”, versus “las posibilidades que quiero ver crecer”. Descubrimos que vivir nuestro cambio anhelado, conectada con un paradigma del problema a enfrentar, es totalmente distinto a vivir nuestro anhelo de cambio desde lo “si quiero que suceda en mi vida”. El cambio positivo se comienza a gestar en el momento que lo piensas, lo sientes y lo verbalizas. Así lo he presenciado con cada una de las mujeres con quienes trabajo en mis procesos de mentoría. Al preguntarles por el anhelo de cambio que tienen, el 90% refiere a un cambio de lo que “no quiere seguir viviendo”, aquello que le duele en su alma, en contextos personales o laborales.
Cuando logran hacer la transformación en la manifestación de su anhelo de cambio, éste ya se abre camino: conectan con la luz de esa buena nueva; con las posibilidades que trae este cambio a sus vidas. Al relacionarse en la tribu apreciativa, se fortalece la alianza para vivir el cambio acompañadas, alentándose en esta red de apoyo que es fundamental a la hora de expandir una transformación que se potencia al sentir el reflejo en otras mujeres, voces similares, vulnerables y valientes.
¿Y si esta tribu fuera tu familia, tu equipo de trabajo o tus amistades?, ¿si los cambios que quieres realizar en tu vida, los transformaras a este paradigma de posibilidades?, ¿cuáles son las fortalezas y mejores experiencias que tienes para conectar con tu esencia positiva y vivir tu cambio conectadas a ella?, ¿con qué te conectarías y qué regalos recibirías y entregarías en la red apreciativa que puedes comenzar a construir?
Tu red de aproyo es fundamental para generar los cambios que anhelas en tu vida. Piensa en la transformación que quieres potenciar y conecta con lo que quieres ver crecer en tu vida, lo que te inspira, tus fortalezas y mejores experiencias para enraizar este camino expandiendo tu núcleo positivo.
La invitación esta hecha. Y desde ya, comienza a gestar tu tribu apreciativa, aquella en la que se reúnen quienes comparten una alianza positiva para sostenerse amorosamente, imaginando el fuego que los une, con foco en lo mejor de cada uno de sus integrantes, con quienes acompañarte, para que puedan conversar en tu círculo relacional, tus sueños, avances y celebren los pequeños y grandes logros, para ir cimentando este camino a la transformación que quieres lograr en tu vida.
Karen Perez Molina
Equipo IdeIA