«No es la respuesta lo que te ilumina, sino la pregunta»
Eugène Ionesco
¿Cuál es el factor que inicia un proceso de transformación personal u organizacional? Uno podría decir que es una necesidad insatisfecha, o un deseo profundo de tener una mejor calidad de vida, y seguramente coincidiríamos que estas respuestas son válidas. Pero si pensamos cómo surge la conciencia de esa necesidad o de ese deseo, nos vamos a encontrar con un hecho clave que aparece simultáneamente con el inicio de una transformación: una pregunta.
¿Estoy conforme con lo que tengo en este momento? ¿Es esta la calidad de vida que quiero tener? ¿Los valores de esta organización son los que me representan y podría sostenerlos como propios? Estas preguntas, y muchas otras según la ocasión, son la llave que nos permite entrar a un mundo nuevo, o al menos abrir la puerta y asomarme a mirar una posibilidad que hasta ahora no veía.
¿Y qué fue lo que hice? Precisamente lo que acabo de hacer…preguntarme por algo!
Este principio, que llaman “de simultaneidad”, sostiene que “la pregunta” y “el cambio” no suceden en tiempos diferentes, uno antes y otro después. Son simultáneos. Las semillas del cambio o del proceso de transformación están implícitas en las preguntas que nos hacemos, y a partir de ahí surgen las cosas de las que hablamos, lo que descubrimos y aprendemos, y las imágenes del futuro que queremos… vivimos en el mundo creado por nuestras preguntas!!!
Este principio de simultaneidad es una de las bases que sostiene a una de las metodologías de transformación y cambio más novedosa que se aplica hoy en día en las organizaciones: los Diálogos Apreciativos. También conocidos como Indagación Apreciativa (Appreciative Inquiry en su denominación de origen), es un enfoque innovador, un nuevo paradigma para la transformación positiva de las personas y de las organizaciones.
¿Cualquier pregunta sirve para iniciar el cambio? ¿Hay algunas preguntas más efectivas que otras? Si, toda pregunta es iniciadora de un proceso de cambio, y la efectividad de la misma estará asociada al objetivo que ese cambio procure lograr. Así, dependiendo del propósito de mi búsqueda, encontraré las preguntas más apropiadas que estén alineadas con el mismo.
En el caso de una intervención con Diálogos Apreciativos, el tipo de indagación es determinante para el resultado del proceso. Las preguntas inician un diálogo orientado a la búsqueda deliberada de lo mejor de la organización, apreciando y valorando los factores que le dan vida. Esto implica que las preguntas tienen un enfoque positivo incondicional, orientadas a la búsqueda de lo que las personas quieren ver crecer y desean desarrollar.
Indagar apreciativamente es una invitación a pensar, escuchar y hablar en positivo. Las preguntas apreciativas energizan, inspiran, motivan y asombran, y su forma y expresión tienen características especiales, tales como:
- No tienen la palabra «problema”: en lugar de preguntar… ¿Cuál es el mayor problema aquí?, se enfoca en… ¿Qué posibilidades tenemos en las que todavía no hemos pensado?
- Están escritas en afirmativo: ¿Por qué me tocó trabajar con el peor equipo? es reemplazada por… ¿Cuáles son los mejores recursos que tiene este equipo?
- Son averiguativas: Preguntan por lo que no saben y quieren conocer más. ¿Podrías contarme más sobre esa experiencia?
- Preguntan por lo que quieren ver y aprender más: No preguntan por lo que “no” desean que suceda, por el “problema”… ¿Qué hace que la mayoría de las personas en esta empresa lleguen tarde? En vez de eso, preguntan… ¿Qué hacen que algunas de las personas en esta empresa lleguen temprano?
- Se construyen sobre una presuposición positiva: ¿Cuáles de tus habilidades aplicarías frente al desafío que te presenta este proyecto?
- Están enfocadas a los recursos, fortalezas y capacidades: Si le preguntáramos a un integrante del equipo que te acompañó en ese logro cuáles fueron los talentos y fortalezas que reconoció en vos, ¿qué nos diría y por qué?
- Ayudan a encontrar lo valioso: ¿Qué cosas buenas te ocurrieron con haber logrado tu objetivo? ¿Y a tu familia? ¿Y a tu empresa?
- Miran lo mejor, para usarlo, no como sofá, sino como trampolín al futuro. Preguntan por lo mejor de las experiencias pasadas, los recursos del presente, los aprendizajes y los beneficios obtenidos o posibles de obtener en el futuro, lo que crea en la persona un estado emocional de posibilidad y optimismo que lo lleva avanzar hacia el futuro con confianza y entusiasmo.
Sobre la importancia vital de las preguntas quiero compartirles la opinión de Tal Ben Shahar, el profesor más popular de la Universidad de Harvard por su curso sobre la felicidad. Él sostiene que las preguntas definen la realidad, y a través de eso crean la realidad, y comparte el pensamiento de Peter Druker, cuando decía que “la fuente más común de errores en las decisiones de gestión, es el énfasis en encontrar la respuesta correcta en lugar de la pregunta correcta. Los errores más graves no se realizan como resultado de respuestas incorrectas, sino que lo verdaderamente peligroso es hacer la pregunta equivocada”.
Para que aprecien el mensaje de Tal Ben Shahar sobre el valor de la pregunta, que mejor que escucharlo y verlo a él mismo comentarlo en este video, que no tiene desperdicio… o, dicho apreciativamente y en positivo… que tiene un valioso mensaje!
Y para finalizar, quiero dejarlos con una pregunta para reflexionar…
https://www.youtube.com/watch?v=EhlSeOUNvtU&feature=player_embedded
¿Qué buenas preguntas vas a hacer hoy para descubrir lo mejor y valioso de tus interlocutores?
“Uno reconoce a una persona inteligente por sus respuestas. Y reconoce a una persona sabia por sus preguntas”
Naguib Mahfouz (Premio Nobel de Literatura 1988)